domingo, 7 de noviembre de 2010

MILICO… MAMA


MILICO… MAMA
Pablito desde muy chiquito fue un niño precoz, llamaba la atención su desenvolvimiento, y se le notaba una pequeña tartamudez cosa no tan rara en niños pequeños, pero en este caso tenia algunos antecedentes familiares. Una mañana volvía de Venado Tuerto en el nunca bien ponderado Central Alcorta, también llamado por los estudiantes que viajaban a Rosario con el cariñoso apodo de “Alcortunga”.

En el asiento de atrás de donde viajaba Pablito y su mamá lo hacían un par de comisarios de Melincué, que vaya a saber uno porque razón del destino ese día lo hacían en ómnibus, mas aun que su ropa de gala marcaba claramente su alto grado.

Pablito aburrido se da vuelta y con sus morisquetas se gana la simpatía y la atención de estos duros servidores del orden.

Mas aún, logra cautivar la atención de estos señores, pero él estaba deslumbrado por el brillo de los botones de las chaquetas de ambos policías, y estiraba su bracito para tocar esos botones. Dándose cuenta de ello uno de los policías se acerca facilitándole la tarea. En el momento que Pablito tironeaba alegremente de ese botón la mamá se da cuenta de la situación y le dice:

- Pablito,  no molestes a los señores.

Pablito dice :  Mi.. mi… lico,  Mamá

La madre roja de vergüenza le dice:  Po.. po..licia  Pa.. Pablito

Y el contesta muy suelto  Mi.. mi.. milico, decis vos Mamá

carmenenelrecuerdo@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario