A LA CANCHA DE SAN JORGE!

Nuestro pueblo tiene la diagramación típica de aquellos que se fundaron con la llegada del ferrocarril y la disposicion del mismo es igual en todos los casos. El ferrocarril se reservaba completas las cuatro manzanas centrales del pueblo que eran atravesadas por las vías, edificaban la estación y el tanque de agua, y a partir de allí se hacia el trazado de las calles. En nuestro caso solo existían dos pasos a nivel para cruzar en vehículos de un lado a otro del pueblo. Esa separación física que marcaba la vía, era en algunos casos determinante de la vida social del pueblo. Generaba una idea de división que se marcaba porque generalmente quedaba de un lado la población mas favorecida económicante  (en nuestro caso al norte) y la menos del otro. Y así se generaba la cuestión de los "del otro lado", también se solía acentuar esta división cuando los clubes de la localidad estaban localizados en cada una de esas mitades, como también es el caso de nuestra localidad.
La Calle San Martín es uno de los dos pasos a nivel, que mencionamos anteriormente, y paradojicamente va desde la Cancha de Sportsman al Norte hasta las cercanía de la Cancha de San Jorge al sur.
Concluida esta introducción vamos a la historia.
Una familia de nuestro pueblo, cuyo jefe era el "Pelado" proporciono a disitintas generaciones de jóvenes de nuestro pueblo, solicitas muchachitas, que fueron las que como dice Serrat "las que descubrieron  a la luna mis sentidos", diciéndolo menos poéticamente fueron las encargadas del inicio de la vida sexual de una parte muy importante de hombres de nuestro pueblo que hoy tienen entre 40 y 60 años.
Tal el apelativo de su padre, no era de esperar que el de ellas no fuera otro que el de "Peladitas".
La primera de ellas allá por los 60 tenia alterado a toda una barra de muchachos que la esperaban en los bosquecitos de los terrenos de la estación (lo que hoy es el parque infantil), en una de esas tórridas siestas de verano. Allí cada uno tenia su plan para alzarse con la prenda codiciada. En eso aparece nuestro personaje, muy conocido y querido en el pueblo, facilmente reconocible por una dificultad en el habla consecuencia de labio leporino y paladar hendido, que venia cruzando el pasonivel de la calle San Martín de norte a sur en bicicleta con la "Peladita" en el caño, y al pasar frente al resto de los muchachos les grita:
-  "A la cancha de San Jorge!"
y se adelanta en esa dirección, el resto de los muchachos sale corriendo tras de él, al verse con ventaja da la vuelta a la manzana y se va solo con la muchacha a la cancha de Sporstman engañando a todos los demás.

A partir de ese momento "A la cancha de San Jorge" quedo como sinónimo de un engaño lleno de picardía e inocencia.