MEDIO GANCIA
Don Máximo Dalio, respetado y querido vecino de nuestro pueblo, llega hoy a Carmen en el recuerdo con una de las tantas historias que lo recorren.
Seguramente muchos lo recordaran como el fabricante casi artesanal de heladeras, allá por los años 40 y 50 de la cuales, todavía conozco una que está en funcionamiento. Verdaderas obras de arte.
El caso es que Don Máximo visito al médico por algunos problemas de salud y este le dijo:
- Don Máximo, Ud. tiene diabetes, tiene que cuidarse en la alimentación y en la bebida, yo lo puedo ayudar con medicación , pero sin ese cuidado no podemos hacer nada.
- Doctor, ¿Me puedo tomar mi Gancia?
-No, Don Máximo, tiene mucha azúcar, le hace mal.
-Doctor, mire: trabajo toda la semana, mi única diversión es ir a al bar a jugar un codillo o un trescientos y tomarme mi Gancia. ¿Cómo me va a quitar eso?
-Le repito: le hace mal.
-Doctor, aunque sea medio Gancia.
-Bueno , Bueno, pero que sea medio Gancia.
El sábado Don Máximo en el bar cuenta que el médico le prohibió tomar Gancia, que solo lo autorizó a tomar medio Gancia.
Pasan buena parte de la tarde jugando, termina el codillo, arreglan en la mesa y pasan por el mostrador a pagar lo que habían consumido.
Cuando le llega el turno a Don Máximo , le dice al conserje,
- Cobrame pibe, a ver que tengo.
El conserje se demora un ratito como haciendo una cuenta complicada y le dice:
-SON DIECISIETE MEDIOS GANCIA!!
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